Uno de los mejores consejos que he recibido tiene que ver con como afrontar una reunión. Reconozco no seguir siempre al pie de la letra las recomendaciones pero del mismo modo me doy cuenta que cuando ésto es así, la reunión se alarga de forma innecesaria.

A la hora de planificar el día, sea el momento que sea, intento tener un esquema de cada reunión que voy a mantener en el día.  Todos los días al finalizar mi jornada de trabajo, o a la hora de comenzar la misma, me tomo 15 minutos para controlar cada una de mis actividades. No lo dudes, cada minuto empleado en la planificación supone un ahorro de 4 a 10 veces el tiempo de ejecución.

Para las reuniones realizo un guión sobre los temas a tratar, las cuestiones importantes a dejar resueltas y un guión sobre el seguimiento de lo acordado. Esto me ayuda a no saltarme el mismo y debatir cuestiones que entiendo no son el objeto de la reunión y que por lo tanto no tienen porqué ser debatidas en la misma; eso no quiere decir que no deban ser tratadas, ya que al finalizar el objeto de la reunión se puede establecer un tiempo para las mismas.

No solo ahorraras tiempo. La eficacia también será mayor. Al principio cuesta, pero con el tiempo y viendo de forma inmediata los resultados, llegarás a crear el habito necesario para convertirlo en rutina.

Y ahora sonríe por favor

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