Cuando una persona acude a un despacho jurídico para iniciar a tramitar un procedimiento de ruptura matrimonial o de relación de pareja donde existen intereses comunes, y por la experiencia que tengo, suele acudir con cierta confusión, donde se mezcla corazón y cabeza. El dictado de aquél no se suele corresponder con lo que piensa éste.
Por ello son varios los consejos que suelo dar a todas las personas que buscan de mi asesoramiento y apoyo, y que me gustaría contaros por si pudieran ser de vuestra ayuda.
1.- Solo se vive una vez en la vida.
Para lo bueno y para lo malo, solo vivimos una vez. No nos podemos permitir el lujo de perder días, meses, años siendo infelices. Y menos aún podemos permitirnos que nadie nos amarguen la vida. Ya hable en una ocasión sobre este tema. Y básicamente me reitero, no hay motivo ni causa alguna que justifique estar triste.
Es muy curioso como en la gran mayoría de las veces que me encuentro con un cliente, con el pasar del tiempo y viendo la situación con dicha distancia, el comentario que me hacen es que debían haber tomado esa decisión mucho antes.
No nos damos cuenta de lo importante que es poder vivir sin tensión . Estamos muy acostumbrados, y diría que muy mal acostumbrados a vivir soportando problemas al amparo de saber soportar los mismos.
2.- Busca un abogado especialista en temas de familia.
Siempre he creído que el Abogado de Familia está hecho de una «pasta» especial. Ya se que muchos no compartirán este argumento, pero creo que en seguida se percibe a los Letrados que están acostumbrados a trabajar el derecho de familia. Tanto fuera como dentro del Juzgado. Mezcla de abogado y psicólogo.
Por lo general, y salvo que la persona que acude a mi despacho tenga no solo las cosas muy claras, sino que incluso aporte lo que quiere dejar reflejado en el acuerdo o solicitud judicial, dedico mi primera consulta de un cliente a dejar que se desahogue, que me cuente lo que piensa, sus miedos, sus frustaciones….
Por lo general una persona con este tipo de problemática, necesita dos cosas, sentirse oído y sentirse arropado. Y eso trato de transmitir cuando alguien se «quita el caparazón» contándome su vida y temores.
Por lo general funciona. Es fundamental que tu abogado sea de total confianza. Cuantas veces habré repetido en el despacho que no se pueden tener dos problemas, el familiar y el abogado. Al menos este último es de mas fácil solución.
Ahora bien, una vez desahogado, sigue los consejos y pautas del Abogado.
3.- Olvidate de los consejos de «cafeteria».
Por «consejos de cafeteria» entiendo tosdas aquellas charlas, reuniones … de una migo que a su vez tiene otro amigo que le ha contado que en un caso similar al tuyo ha conseguido esto o aquello.
Cada caso es un mundo, no hay casos similares y por lo tanto las respuestas sueles ser diferentes. Ante cualquier duda es mejor llamar a tu abogado de confianza y que te de su consejo o respuesta a comentarlo y recibir «asesoramiento» basado en experiencias similares.
Sé de lo que os hablo. En mas de una ocasión he tenido que atender a personas que han estado toda la noche sin dormir, dando vueltas a algo que han oído, y que no obedecen a realidad alguna.
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¿se te ocurre algún otro consejo que debamos tener en cuenta? Sigueme en @bilbaoabogado con e lhastag #hfamilia
Sobretodo creo que es importante priorizar el bienestar de los miembros de la familia y con mayor rango de importancia los hijos. Una ruptura familiar no solo es una separación de una pareja, es la separación de una familia entera.
buen articulo gracias
abogados madrid
buen articulo, gracias
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